RELATOS NAHUALES

Justo pasó cuando se estaba convirtiendo en nahual]

Nos contó Toño que él iba llegando, que eran como las cuatro de la mañana, ¡no! ¡menos!, menos, eran como las tres de la mañana, y que ahí en la plaza de Santa Ana este… pero que él, él llegando al centro de Santa Ana vio a lo lejos que venía un este, un señor, cargando un petate, se le hizo normal ¿no? Agarró y después dice pero que llegó. Iban a la misma distancia y en un abrir y cerrar de ojos él ya estaba más adelante. Y después se vino, pasando exactamente cuando iba pasando en lo que es la plaza estaba este… estaba en el petate y ya se estaba revolcando, dicen que se estaba convirtiendo en nahual.

Mauro Torres, servidor público, 34 años.

Santa Ana Tlacotenco..

UN PERRO NEGRO

Hace cincuenta años un niño pastor llevó a sus ovejas al monte a pastorear, como ya era tarde se le ocurrió guarecerse en una cueva y desde detrás de una gran piedra vio cómo un señor se transformaba en un perro negro. Al día siguiente salió muy temprano a contarle al sacerdote y éste le dijo que no regresara a esa cueva nunca más porque lo que había presenciado era la transformación de un nahual y que a ellos les gusta hacer maldades a la gente.

Por eso nunca vayas al Teutli de noche porque dicen que te lleva el nahual.

AUTORES: 

Emmanuel Romero Acevedo

Monserrat Martínez Mancilla

Arleth García Flores

Escuela Primaria "Sierra Leona"

Grado: 6to

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Nombre: Zulema Villasana Valdés
Escuela Primaria "Sierra Leona"
Edad: 11 años
Grado: 6to

EL NAHUAL QUE TIRABA LOS ANDAMIOS

En un pueblo existe un señor que es nahual, se dedica a robar en las casas de noche, se convierte en un perro muy grande. 
     Una vecina cuenta que fue a su casa a hacerle maldades porque le tenía mucha envidia. La señora que estaba construyendo su casa salía a trabajar desde muy temprano, cuando regresaba del trabajo las cosas de la construcción estaban tiradas por todas partes; ella no imaginaba quién le hacía eso. Hasta que una noche llegó a casa más temprano de lo habitual y escuchó cuando se calleron los andamios de la casa, la señora salió a ver quién era y resultó que era el nahual. La señora le aventaba cosas para que se fuera pero éste (convertido en un perro enorme) se las regresaba y se reía con una voz muy fea. La señora le aventaba botellas de vidrio y el nahual se las volvía a arrojar.
     Su marido quien iba llegando al ver al nahual se quedó paralizado y dijo que no era algo normal. Ella no dejaba de aventarle cosas porque no quería que siguiera tirando sus andamios. Se le ocurrió entonces agarrar un Cristo, subieron a su asotea y el perro corrió hasta el final de la asotea, brincó y se cayó. Para cuando  ellos se asomaron para ver dónde había caído el perro éste ya no estaba, había desaparecido. Ellos nunca más volvieron a saber nada del nahual. Pero dicen, dicen que sigue haciendo maldades a otros vecinos.

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Nombre: Adiel Martínez Álvarez

Poblado: San Batolomé Xicomulco

Fecha de entrevista: mayo

El nahual que fue linchado

El esposo de mi mamá es de San Gregorio y precisamente hace poco el nos estaba platicando que le contaron que habían agarrado a un nahual ahí, en… San Gregorio que venía creo que de Tulyehualco o algo así, que lo había agarrado y que lo habían colgado y que incluso hubo personas que le dijeron que efectivamente vieron como fue la transformación de perro a hombre y de eso no tiene mucho, tendrá a lo mucho seis meses u ocho meses. Entonces si es impactante ver como a lo mejor de repente puedes encontrar ese tipo de historias que la gente vive todavía en estos pueblos. Pero es la última y la más cercana e incluso hasta la más real que yo te podría decir que me dijeron que sí efectivamente vieron la transformación y  mataron no sé si al nahual o a la persona ¿no? Eso es lo más cercano a los nahuales que he escuchado.

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Nombre: José de Jesús Cervantes

Poblado: San Jerónimo Miacatlán.
Fecha de entrevista: mayo

El nahual en forma de burro que ayuda a su amigo a que se pueda casar

La historia me la contó mi papá, fue así, dice que hace mucho tiempo una pareja de enamorados pensaban casarse pero que el padre de la novia se oponía porque sabía que la muchacha no era para él, así que con tal de que no se casaran le dijo −tú tendrás que buscarme un huerto de árboles frutales pero fresco y me los tienes que traer temprano; para cuando tu llegues mi hija ya tendrá el atole recién salido de la olla y el pan recién salido del horno, solamente de esta manera te daré mi consentimiento para que te cases con ella. El muchacho se preocupó porque ¿de dónde iba a conseguir un huerto para traer frutas frescas? Le comentó a un amigo y su amigo le ayudó, le dijo −no te preocupes por la fruta yo te ayudo, iremos por la noche. Fueron esa misma madrugada, se fueron los dos pero antes de partir le dijo el amigo, −te consigues un ayate despeluzado−, el muchacho no sabía para qué. Llegaron al sitio y el amigo le dijo −me vas a brincar dos veces de ambos lados. El muchacho así lo hizo, le brincó dos veces en cada costado y cuando vio ya se había convertido en burro. Trajeron la fruta entre los dos, uno convertido en burro y cargando la fruta y el otro montado sobre el amigo burro, de regreso hicieron lo mismo. Así fue como el muchacho llegó con la fruta bien fresca, bien escurriendo con el fresco del rocío de la mañana y también el papá de la muchacha tenía el pan saliendo del horno y el atole hirviendo. Así fue esa historia, bueno así fue la que me contó mi papá.