domingo, 18 de mayo de 2014

VIAJERO


Cuando tu tacto me socava viajero de entretejidos
llegan los rumores que se escuchan bajo la urdimbre de tu piel,
sudorosa lumbre que se abate entre la hojarasca
que se abate para asirse del tejer.
Caprichosos conjuros gimiendo, entretejidos gimiendo,
patrones gimiendo bajo varios rostros  de hilos delgados,
hilos de lluvia de mar concorvado.
En breve se repiten los murmullos de voz de algodón,
son los jiyotes que quedan al descubierto de la madrugada
rozando recelosos el paso varado del entramado.
 
 
En qué parte de él me has dejado,
dentro de la maleza de la gasa, de izote o henequén
quiero que sea en el vertebro de tus brazos,
dejar los besos escarabajos en cautiverio acantilado
y sumergirme en el vaivén de las entrañas
de esa urdimbre a la que llamo tu piel
 
                                                 Sága
 
 
 
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martes, 13 de mayo de 2014

Ojitos de la luz de la alegría

Era hermosa se acercaba a los catorce años, vestía zapatos de colegiada, tobilleras azules, pantalón de mezclilla muy pegados a su esbelto cuerpo, blusa floreada y una cadena con una imagen. Su rostro moreno y sus ojos negros semejaba la oscuridad de una noche. Linda en verdad era la mocosita. Parecía una pequeña luna a media noche, parecían sus ojos pequeñitos el infinito. Tan limpios como el cristal de la luna. Cuando clavo mi mirada en su pupila me parece ver todo un universo y al verla tan pura encendí una luz como ninguna y pude ver en ella la Belleza de la Vida.


Parcasio Torres González
Jacobo Rodríguez Sotero
Elí Jiménez Rodríguez.

sábado, 10 de mayo de 2014

A mi madre



Ayer me vi entre tus brazos, tú llorando.

Sentir tus dedos recorrer mi rostro y una lágrimas mis manos.

No recuerdo la alegría que te provocó mis primeros pasos,

pero sí recuerdo las primeras reprendas y regaños.



Ayer me vi entre tus brazos llorando,

y tú, corazón que nunca se aleja,

calmando mis angustias de olas suaves.



Ayer me vi frente a ti gritando,

reclamando lo que no entiendo

y otro tanto lo que no entiendes de mi estrecho andar.



Ayer me vi, frente a ti llorando
 
y abrazando tu corazón angustiado,

corazón acongojado por las horas de silencio,

corazón alegre de sonrisa escondida.



A ti, mamá, que con enojos y angustias,

alegrías y entusiasmos…

                                            te amo.

Ya han pasado los años…

Cómo explicarlo, el alma se estremece por

aun tenerte cerca, las lágrimas brotan sin sentido y recorren mi rostro.

Nuevamente me veo entre tus brazos.



Sága
10 Mayo 2014