sábado, 5 de octubre de 2013

PLEGARIA



Mal pagaría los besos que te diera esta noche
besos que llenen el vacío de las frases azarosas
y desmientan la calma de tus labios.

Mal pagaría robarte el suspiro escondido que se asoma,
delatar a la sonrisa que se cultiva en el traspatio,
 que la cosecha se pierda con el pasar de las horas,
mal pagaría.

Pero he esperado unos días quizá ya unos años
y aún sigo esperando en la cueva, en el faro, en la aldea del campo,
y en la letanía de esta historia.

Así que esbozo el anticristo de tu mirada que me ha llenado de caricias,
-un simple recuerdo-
un engaño o una verdad, una incertidumbre del relato vano
y de la sonata que declina su llanto.

Así que pido a la novela haga pausa para que el piano
me aleje de esta historia,
del poema,
del soneto 
y del cuento entrecortado.

Sabe Dios como ha cada día se va deshojando.

Sága 2013